Había decidido iniciar este blog de mi “Diario Acontecer” a partir de mi cumpleaños número 76, consideré que sería una fecha interesante, tan interesante como el número capicúa de la celebración de mi señalado aniversario, pero algunas situaciones domésticas me lo habían impedido hasta ahora.
Me encuentro en “El Paraíso” ¡es un decir! ya que el término surgió de un sueño persistente en el que me veía con un grupo reducido de personas en medio de una zona inhabitable, buscando refugio dónde poder establecernos. Al llegar al borde de una cañada que anunciaba a la vista un fatídico precipicio creímos perder las esperanzas de encontrar nuestro objetivo.
Al otro lado del barranco se podía apreciar un paisaje venturoso, pleno de una vegetación exuberante, la depresión de la hondonada era profunda y la extensión de la cañada debía medir un poco más de 300 metros. No había forma de atravesar el desfiladero por ningún otro lado. Desperté del sueño con una singular inquietud que me duró varios días.
Pasado tres
o cuatro semanas, volví a tener el mismo sueño, sólo que en esa ocasión
descubrí que en medio de la hendidura surgía una isla desde el fondo de la
garganta hasta el nivel en el que nos encontrábamos. De tal modo, calculamos
que sería posible construir un puente colgante hasta la isla. El sueño se
presentó durante varios días hasta que nos vimos instalados en el pequeño
islote donde pasamos un tiempo refugiándonos entre los árboles y un promontorio
que nos cubría del viento, mientras construíamos el siguiente puente colgante. Sin
no pocas dificultades finalmente llegamos al “Paraíso”
El sueño lo
viví como una premonición, ya que en ese tiempo vivíamos en Veracruz, habíamos
decidido mudarnos al Edo. De México, donde compramos en preventa un
departamento, que la constructora nos entregaría justo un año después. Dada las
circunstancias del Covid y otros riesgos,
tomamos la decisión de rentar un
departamento a unos cuantos minutos de nuestro futuro departamento. Fueron
decisiones complejas, el año en la “Isla” se me hizo eterno y bueno… ahora me
encuentro en el “Paraíso”
No es ningún
paraíso, pero me agrada y me siento satisfecha de poder encontrar la
tranquilidad necesaria para continuar con las actividades que me ocupan día a
día. He iniciado mi nueva novela “Los siete ministerios de Troange”. Ya tengo la estructura general de la historia,
el planteamiento, nudo y el desenlace. Es
una novela de ciencia ficción con una visión profundamente futurista. Esto me
obliga a documentarme a fondo en el tema que me he propuesto abordar.
Paralelamente a esta actividad estoy rehaciendo el prototipo de mi juego
“Ajedrez topológico” apenas he moldeado las piezas, mañana comenzaré a
pintarlas.
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